RUNNOREXIA: OBSESIÓN POR CORRER

1. La obsesión por salir a correr 

Que el running es adictivo ya lo hemos comentado en alguna ocasión.

Al correr nuestro cuerpo segrega las llamadas “hormonas de la felicidad”, son sustancias con efectos similares al cannabis pero producidas de forma natural por nuestro organismo, que actúan tanto en el cerebro como en el resto de nuestro cuerpo, provocando lo que llamamos la «euforia del corredor».

La llamada «euforia del corredor» contrarresta el cansancio, proporcionándonos una sensación de bienestar y felicidad, sino ¿Cómo explicamos que después de correr una maratón o un durísimo Iron en lugar de sentirte agotado y sin fuerzas tengamos sensación de euforia, bienestar y felicidad? o ¿Por qué cada vez necesitamos plantearnos retos más difíciles de conseguir?

En algunos casos esta “adicción” va mucho más allá de la euforia al terminar una carrera o las ganas de superarte a si mismo y lo que empezó siendo un hábito con múltiples beneficios para tu salud, acaba convirtiéndose en una obsesión, en este momento tu vida gira entorno al running, cada vez necesitas dedicarle más y plantearte objetivos más desafiantes, correr ocupa tu tiempo y tu mente.

2. ¿Cómo detectar que se ha cruzado la línea?

Lo difícil como en cualquier adicción es reconocerlo, pero las señales de alarma deberían aparecer cuando:

• Tus máximas satisfacciones en la vida te las da el running.
• Ya no disfrutas haciendo actividades no relacionadas con el running.
• Has descuidado otros aspectos fundamentales como puede ser tu vida social, pareja, familia…
• Aunque tengas una lesión sigues entrenando, no puedes darle a tu cuerpo el tiempo que necesita para recuperarse.
• Si por algún motivo no puedes practicarlo estás irritable, malhumorado y triste como síndrome de abstinencia,

Si no eres un atleta profesional correr no debería ser el centro de tu vida, aunque estamos de acuerdo que da muchas satisfacciones, tiene que estar en su justo lugar.