SALUD

Tendinopatía rotuliana: una lesión muy frecuente en corredores

Índice Contenido

1. ¿Qué es una tendinopatía rotuliana?

Anatómicamente en la parte anterior de la rodilla se pueden diferenciar dos tendones. Uno es el tendón del cuádriceps que une el músculo del mismo nombre con la rótula, el hueso aplanado y redondo que se encuentra en la parte anterior de la rodilla. El otro es el tendón rotuliano que une la rótula con la parte antero-superior de la tibia. Este tendón rotuliano es uno de los más potentes del cuerpo y forma parte del aparato extensor de la rodilla. Generalmente tiene unos 5-6 cm de largo, 3 de ancho y 1 de grosor, aunque esto obviamente depende de la complexión y físico de cada persona.

Vista anterior (frontal) rodilla

Se entiende por tendinopatía rotuliana la lesión que afecta a este tendón por degeneración de las fibras y es una de las 5 lesiones más comunes entre corredores habituales.

De manera coloquial se le llama “rodilla del saltador” ya que suele ser habitual en personas que practican deportes que impliquen saltos como puede ser el voleibol, salto de longitud, baloncesto, balonmano, etc. También pueden sufrir este tipo de lesiones los que practican otro tipo de deportes en los que se produzcan movimientos repetitivos y explosivos de extensión de rodilla como, por ejemplo, los corredores habituales.

2. ¿Por qué se produce la tendinopatía rotuliana?

Como todas las tendinopatías, la del rotuliano se entiende que se produce por un desgaste progresivo de sus tejidos que termina por producir dolor, inflamación e incapacidad funcional, es decir, una imposibilidad de mover la rodilla de manera normal.

En algunos estudios se ha concluido como posible causa de la aparición de una tendinopatía rotuliana un pinzamiento del tendón en la parte inferior de la rótula por una pequeña alteración en la forma de la misma, pero también se ha visto que muchas personas tienen esta pequeña alteración de la forma y no desarrollan esta lesión, por lo que no está comprobada la relación entre una cosa y la otra.

Existen diferentes factores que se pueden considerar de riesgo o que pueden producir la aparición de la lesión, pueden ser variables de entrenamiento o anormalidades biomecánicas propias de la persona.

  • Una incorrecta alineación de los miembros inferiores puede considerarse un factor que aumenta el riesgo debido a que el tendón no puede moverse en un plano idóneo y la tensión y fricción que debe resistir no se produce de manera homogénea en todo el tendón. Las desalineaciones que más se deben tener cuenta son las rodillas en varo (en arco hacia fuera) o en valgo (en arco hacia dentro). Estas alteraciones en la alineación a nivel de rodillas suelen ir directamente ligadas a las que se pueden encontrar a nivel de pies, es decir, una persona con pies planos o valgos en muchas ocasiones presenta también un valgo de rodillas y una persona con los pies cavos suele presentar varo de rodillas.

  • Las lesiones previas en el cuádriceps o problemas recurrentes en este músculo pueden desencadenar una lesión en el tendón rotuliano ya que este músculo junto con el tendón del cuádriceps y el rotuliano actúan como un todo. En este apartado se incluye la descompensación entre la fuerza de cuádriceps e isquiotibiales.
  • Un acortamiento o falta de flexibilidad en el cuádriceps o los músculos aductores de la cadera.
  • Una dismetría de miembros inferiores, es decir, tener una pierna más corta que otra.
  • La obesidad también se tiene como un factor de riesgo ya que hace que el cuádriceps tenga que hacer una fuerza excesiva para poder impulsar el cuerpo contra el suelo durante la carrera.
  • Un aumento importante y en un corto plazo de tiempo del volumen, frecuencia e intensidad de los entrenamientos puede desencadenar la aparición de esta lesión.
  • Los entrenamientos y las carreras frecuentes cuesta abajo pueden provocar daños en el tendón ya que implican un trabajo muy forzado del cuádriceps de forma excéntrica y un tirón constante de la inserción del tendón rotuliano en la tibia.

3. Síntomas de la tendinopatía rotuliana

Los síntomas más característicos son el dolor y la inflamación de la zona de inserción del tendón en la tibia. La persona que se ve afectada por esta lesión habitualmente refiere un dolor en la parte anterior e inferior de la rodilla que además le suele impedir correr, subir-bajar escaleras, arrodillarse, etc.

Habitualmente los corredores refieren que el dolor disminuye tras unos minutos de calentamiento, pero que empeora mucho al día siguiente después del entrenamiento o la competición.

Es importante hacer un buen diagnóstico diferencial entre la tendinopatía rotuliana y el síndrome de dolor patelofemoral que se produce por una alteración en la rótula propiamente dicha.

Se puede realizar un diagnóstico eficaz con ultrasonidos o resonancia magnética.

A la palpación rara vez se puede apreciar una verdadera inflamación a no ser que la lesión sea muy importante, ya que habitualmente la zona del tendón más afectada es la que toca directamente con la rótula por lo tanto no se puede palpar fácilmente.

4. Tratamiento de la tendinopatía rotuliana

Como en casi todas las lesiones que aparecen por desgaste y sobreuso el tratamiento de elección será el conservador.

Se debe comenzar por un reposo relativo que implique eliminar de la vida del corredor las actividades que, posiblemente, estén provocando esta lesión, sin llegar a un reposo absoluto ya que éste puede producir atrofia del tendón y del músculo.

Los antiinflamatorios no esteroideos suelen estar aconsejados para disminuir el dolor y la inflamación en las fases más agudas. Para obtener un efecto analgésico se puede aplicar también crioterapia (frío) sobre la zona, teniendo siempre la precaución de no aplicarlo directamente sobre la piel para evitar quemaduras por frío.

De forma habitual se suele recomendar el colocar una banda patelar o cinta rotuliana (banda que se coloca en la parte inferior de la rótula para comprimir el tendón). Esta técnica está ampliamente extendida, incluso entre los deportistas de élite. Parece tener cierto efecto en los casos de tendinopatía rotuliana, pero su utilización siempre debe ser recomendada por un especialista.

Al igual que en otras muchas lesiones las infiltraciones con corticoides se ha demostrado que no son recomendables ya que, aunque provocan una mejoría a corto plazo, pueden provocar una degeneración de los tejidos que a largo plazo lleve al empeoramiento de toda la articulación.

Los programas de ejercicios isométricos y excéntricos de cuádriceps realizados de manera sistemática es una de las partes más importantes del tratamiento, por no decir la que más. Se ven mejoras tanto en el dolor como en la función de manera muy temprana.

Como en todas las lesiones tendinosas el fisioterapeuta debe ser un aliado y guía para su resolución. En las sesiones de fisioterapia se trabajará para: disminuir de la inflamación, minimizar las tensiones musculares que afecten al tendón y procurar la reorganización de las fibras del tendón.

Las técnicas de fisioterapia utilizadas normalmente son masaje de fricción profunda o Cyriax, movilizaciones de los tejidos, estiramientos de la musculatura implicada, ultrasonidos y/ o láser.

Las ondas de choque son un tratamiento muy en auge en la actualidad y se están comenzando a hacer investigaciones sobre sus beneficios. Parece que sí ayudan a la recuperación del tendón en este tipo de lesiones, pero no hay consenso acerca del número y frecuencia de las sesiones necesarias para ello, ni de la intensidad a la que se deben administrar las ondas, etc.

Al igual que en casi todas las lesiones producidas por sobreuso, el tratamiento quirúrgico solo se considera en los casos en los que no se ha conseguido curar la lesión, habiendo intentado todas las técnicas no invasivas previamente.

Marta Agnieszka - Fisioterapeuta

Marta Agnieszka - Fisioterapeuta

Diplomada en Fisioterapia y Licenciada en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte por la Universidad de Alcalá. Ejerce como fisioterapeuta especializada en fisioterapia neurológica pediátrica y profesora asociada en la Universidad de Alcalá. Corredora y triatleta aficionada.

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